Girona y Valladolid dicen, este viernes en Montilivi, adiós al fútbol en 2024. Y multitud de recuerdos se les amontonarán a ambos clubes porque este año, cada uno a su manera, han hecho historia. Más, claro, los gerundenses dado que, en la pasada Liga, acabaron terceros y sellaron la clasificación para una Champions League que seguirán disfrutando en 2025 (les queda por medirse a Milan y Arsenal). El Valladolid también tiene lo suyo y lo recordará como el año de su regreso a Primera. Una vuelta a su lugar habitual y que lucha por no abandonar (sigue el partido en directo en AS.com).
Este 2024 ha estado repleto de éxitos y objetivos cumplidos, pero si algo tiene el fútbol es una pésima memoria. Da la sensación que solo vale el presente y ambos conjuntos no están en su mejor momento. Sí, no se puede vivir del pasado, pero tampoco hacer que pese demasiado porque puede ser que no te deje levantar el vuelo. Como ahora al Girona. Los rojiblancos, especialmente un gran sector de la afición, no olvida lo vivido la pasada Liga y el nerviosismo se está apoderando de un entorno cada vez menos realista y más exigente como un grupo que ha dejado de ganar. Lleva seis partidos, entre Liga, Copa del Rey y Champions, sin festejar un triunfo (el último fue el 23 de noviembre, contra el Espanyol) y se está a un tropiezo más de igualar (para mal) un récord de la era Míchel: la temporada 2022-23 estuvo siete encuentros sin vencer.
La Navidad es tiempo de alegría y buenos presagios y si algo tiene este Girona es que la clasificación no le achucha porque está más cerca de Europa que del descenso. Además, Míchel tiene el objetivo marcado de volver a luchar por estar arriba en la tabla (la Champions es una utopía, pero sí es posible la Europa League o la Conference). El técnico ya le puso el dulce a la plantilla y se desea que los jugadores lo saboreen. Pero toca levantar la cabeza, jugar y ganar. Uno de los males actuales es la falta de gol (solo han festejado un tanto en los últimos cuatro duelos) y para ello se espera que resurjan Abel Ruiz y/o Stuani.
En los últimos partidos, ante Liverpool y Mallorca, Míchel apostó por jugar sin ‘9’ (Danjuma fue el elegido para suplir al lesionado Miovski) y este viernes se espera dejar de innovar. Abel Ruiz parte con muchos números de salir de inicio, aunque si alguien siempre vuelve (y no falla) es Stuani. El charrúa, además, quiere traspasar su penúltima frontera y es que, con la camiseta del Girona, nunca le ha marcado al Valladolid. De rojiblanco ha festejado un tanto ante 24 de los 28 rivales a los que se ha enfrentado: Málaga y Elche no están en Primera; el Mallorca se le escapó la pasada jornada y ahora le llega el Valladolid. Nueva oportunidad.
Pero para oportunidad la que tiene Diego Cocca. En su taquilla está el disfraz de Papá Noel y el de Grinch. En Pucela tienen claro cuál quieren que luzca. La era Pezzolano ya es historia y arranca la de un técnico argentino que proclama su primer propósito: salir del descenso. Pase lo que pase este viernes le será imposible pasar la Navidad en puestos de permanencia, pero en algún momento toca empezar la huida. Espera estrenarse con victoria, eso que, hasta la fecha, solo dos entrenadores pucelanos han logrado en Primera en el siglo XXI: José Luis Mendilibar en 2007 y Miroslav Djukic en 2012. Para tirar del carro no estarán Sylla, lesionado, ni Latasa y Kike Pérez, sancionados, pero sí Marcos André. Goles para la alegría y una defensa fuerte. Cocca podría apostar por una línea de tres centrales, pendiente en el lateral derecho de Luis Pérez (está entre algodones después de un fuerte esguince que se le produjo el lunes). En el centro del campo podrían actuar Mario Martín y Juric.
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Ladislav Krejci
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