Los abuelos de antaño en la España rural sabían si el melón era bueno o malo con sólo darle unos golpecitos con los nudillos, sin abrirlo. ‘Éste es dulce’ o ‘éste es pepino’ (por su acidez) era la sentencia posterior. Y rara vez se equivocaban.
Por desgracia en fútbol nunca se sabe cuándo un entrenador va a salir dulce o pepino. No hay abuelos para eso y los especialistas se equivocan con el folio y el ordenador, más que aquéllos con los nudillos. Figuras como Benítez fracasaron en Zorrilla y desconocidos, como Cantatore cuando llegó, son casi hijos adoptivos de la ciudad.
Pezzolano salió pepino, ganó azúcar con el ascenso y volvió a agriarse. Cocca recibirá hoy en Gerona su primer golpe de nudillos. Según suene, sonará su equipo. Cuenta con margen para endulzarse, pero no demasiado. La clasificación no permite una fotosíntesis tranquila.
El nuevo míster, a diferencia de su antecesor, dio ayer la convocatoria. Figuran todos los tocados, más los filiales Chasco, Chuki y Arnu. Un posible once, con 5-4-1, es el formado por Hein en la puerta; Luis Pérez y Rosa en los laterales, Juma, Javi Sánchez y Cömert en los centrales; Juric y Martín como mediocentros; Anuar y Moro en los extremos; con Marcos André en punta.
Completan la expedición los tres jugadores del Promesas antes citados, más Ferreira, Torres, Meseguer, Cenk, Iván Sánchez, De la Hoz, Machis, Amath y Amallah.
Kike y Latasa están sancionados, y Sylla, lesionado. Quien se ha quedado fuera de la lista es Kenedy. Es una invitación a irse o bien ya está milagrosamente colocado. Éste ha salido superpepino, como la mascota del Leganés.